LA COVA FUMADA

• Picante: 🌶️

• Experiencia: Es fácil dar con el local: solo hay que seguir la cola que suele formarse en la plaza. Aunque siempre está lleno, es fácil encontrar un hueco rápido en la barra, donde apuntarán con lápiz, al más puro estilo tradicional, todo lo que consumas. Esa será tu cuenta.

  La bomba pica, sí, pero lo justo: no necesitas ni agua ni vermut para apagar el fuego. Eso sí, llega con un exceso evidente de aceite por la fritura. Da la sensación de que se han relajado… y viven más de la fama que del cuidado del producto.

  Con un horario un tanto especial, solo sirven hasta las 15:00 entre semana y los sábados cierran a las 14:00. Los domingos no trabajan y no aceptan reservas, así que lo mejor es ir pronto y con paciencia.

• Historia: Antigua bodega con más de 75 años de historia, presume de ser la creadora de la bomba. Cuenta la leyenda que María, la propietaria, ideó una croqueta de carne y patata rebozada con all i oli y un toque picante por encima. Tras servirla durante un tiempo como "la croqueta de la casa", un cliente la encontró tan buena que exclamó: “¡Esto es la bomba!”. Y así, dicen, empezó la leyenda. Originalmente, la cocina de La Cova Fumada no estaba pensada para preparar tapas, sino para calentar la comida que traían los propios clientes. Muchos de ellos eran marineros o trabajadores del puerto, llegados de Galicia y Andalucía, que se traían su fiambrera desde casa. El bar les ofrecía bebida, y ellos ponían el plato.

• Ambiente: Una bodega de toda la vida, con pizarras colgadas a modo de menú escritas con tiza, cocina abierta a la barra y unas antiguas neveras de madera que aún funcionan.

• Dirección: Carrer del Baluard, 56.

• Precio: 2,20 €