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LA BOMBA

LA BARCELONETA

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Este es un paseo gastronómico por el barrio marinero de Barcelona: LA BARCELONETA.

Un barrio que huele a mar, pero también a historia, a tradición, a tapas y a familia.

 

Entre estas calles, por casualidad, nació en los años 50 la bomba: una croqueta gigante con allioli y un toque picante que se ha convertido en símbolo del barrio y de la ciudad.

Aquí no hay estrellas Michelin, pero sí tradición, anécdotas de calle y bares que pasan de generación en generación.

Hemos recorrido estos rincones probando cada bomba, anotando detalles, charlando con cocineros, haciendo fotos y descubriendo que, a veces, un plato sencillo puede contar la historia de un lugar.

Si quieres descubrir a qué sabe la Barceloneta, este es tu blog. ¡Es la bomba!

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LA BOMBA DE LA BARCELONETA: HISTORIA

La Bomba es uno de los platos más emblemáticos del barrio de la Barceloneta, y su historia está íntimamente ligada a un establecimiento en particular: La Cova Fumada. Se dice que la Bomba nació a mediados de los años 50 en este bar, de la mano de María Pla Segura, la abuela de los actuales dueños. Al parecer, la idea surgió de un intento por crear una croqueta única que diera fama al local. Inicialmente, la Bomba era una croqueta gigante de patata y carne pero el marido de María, a quien le gustaba preparar salsas, ideó ese acompañamiento explosivo: alioli y salsa picante. La anécdota cuenta que un día, la Sra. María ofreció esta nueva versión a un cliente, que al probarla, exclamó: “¡María, esto es la bomba!”. Y así, la fama de la Bomba se extendió por el barrio convirtiéndola en un verdadero ícono de la Barceloneta. Había nacido una leyenda.

RUTA GASTRONÓMICA DE LAS BOMBAS

Cada mes de octubre se celebra una feria gastronómica en la Barceloneta en la que todos los bares que sirven bombas durante todo el año compiten con los restaurantes del barrio, que desarrollan versiones creativas especialmente para la ocasión. Incluso pastelerías como Baluard o la heladería artesanal italiana Home Made participan con sus propias reinterpretaciones dulces: una bomba rellena de crema o un helado con sabor a bomba.

EL BOMBARDEO:

Descubre la historia completa entrando en cada post.

LOCALIZACIÓN

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UN PASEO POR LA BARCELONETA

TODA UNA HISTORIA DE BARRIO

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@Acib.cat

La Barceloneta es un barrio de Barcelona que ocupa 131 hectáreas y cuenta con unos 15.068 habitantes. Se construyó sobre terrenos ganados al mar a partir del siglo XV, cuando se edificó el espigón del puerto (1474) y comenzó una lenta sedimentación de tierras y arenas procedentes del Besòs y del litoral, alrededor de la antigua isla de Maians (un pequeño islote situado frente a la costa de Barcelona, aproximadamente donde hoy se encuentra la estación de Francia. Fue una formación natural de arena y sedimentos que existía hasta la Edad Media, separada de tierra firme). El barrio se empezó a construir oficialmente en 1749, a partir de un proyecto urbanístico del ingeniero militar Juan Martín Cermeño, por encargo del capitán general marqués de la Mina. El objetivo era albergar a los vecinos que habían perdido sus casas por la construcción de la Ciudadela, acabar con la desorganización de las viviendas precarias del Arenal, mejorar la habitabilidad de los terrenos costeros y asegurar el control militar de una zona estratégica. El proyecto urbanístico de la Barceloneta fue pionero en su época y destaca por su trazado octogonal. Se planificaron quince calles paralelas al puerto, con una anchura de 7,5 metros, cruzadas por tres vías transversales algo más anchas, de 9,3 metros. Las viviendas, de planta baja y un solo piso, estaban pensadas para albergar a una única familia en régimen de propiedad. Todas tenían las mismas dimensiones (8,4 x 8,4 metros) y se construyeron con materiales y diseños similares, dispuestas en manzanas alargadas y estrechas. Además de su racionalidad arquitectónica, respondía a una preocupación higienista: se buscaba hacer habitable un terreno ganado al mar y naturalmente insalubre. Por eso, se aseguraba que el sol llegara a todas las calles, gracias a la altura limitada de los edificios, y que todas las viviendas tuvieran ventilación cruzada. La orientación norte-sur de las casas, protegidas del viento de levante, permitía que cada estancia contara con ventanas al exterior, mejorando la calidad de vida de sus habitantes. El plan se convirtió en uno de los mejores ejemplos de urbanismo barroco de la península. Hasta mediados del siglo XIX, los habitantes del barrio vivían principalmente del mar: la pesca, los trabajos portuarios y la construcción de barcos de vela. Pero en 1846, al prohibirse nuevas industrias con máquinas de vapor dentro de las murallas de Barcelona, muchas fábricas se instalaron en la Barceloneta, dando paso a su industrialización. Se asentaron importantes talleres metalúrgicos, fábricas de gas y astilleros navales. En 1841 ya era la segunda población metalúrgica de Cataluña. Durante el siglo XX, las grandes fábricas fueron desapareciendo, sustituidas por pequeños talleres de oficios variados. Con la apertura de la ciudad tras el derribo de las murallas y la llegada del tranvía, el barrio también se convirtió en una zona de ocio y baños de mar. Así empezó una transformación hacia el sector servicios (hostelería, turismo, restauración) que continúa hoy.

ABOUT

Anna Colom

Periodista de viajes y apasionada de descubrir historias y rincones escondidos.

De Barcelona.

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